Una verdadera sorpresa. No lo vimos venir. Simplemente apareció. Esta banda que hacía una especie de música disco, que era mucho más que eso. Que tenía mucho groove, como las verdaderas bandas de funk, casi te diría tanto como Parliament y James Brown. El tema es que eran blanquitos e ingleses. Un sonido muy contemporáneo, un personaje que usaba sombreros extravagantes y bailaba con mucha destreza, y un mensaje ecologista con una mirada muy singular.
Jamiroquai nos hizo bailar durante la década del 90 mientras que al mismo tiempo nos anunciaba que a este rítmo ibamos a destruir el planeta y nos llamaban a hacer algo al respecto. Nosotros solo nos quedamos bailando. De todas maneras aquí podemos reconocer como la música funciona como vehículo para mensajes. En este caso, salvemos la tierra.
Estos muchachos hablaban sobre la ecología antes de que se pusiera de moda "Unconvinient truth", además lo hacen con mucho más rítmo y con una visión que tal vez solo y apenas podíamos entreveer en los dibujitos animados (cartoons) donde los niños del mañana deberían habitar otros planetas. En este sentido, el discurso ecologista de Jamiroquai adquiere una dimensión cósmica.
Esta banda conjuga el espacio y lo primitivo del hombre, tal vez con una visión un poco Roussoneana al hacer referencia a los discos Iroquai en su nombre.
Jamiroquai, significa basicamente esto, un Jam de indios Iroquai, una zappada trivial, en la selva.
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