Stan Getz & Bill Evans: "Stan Gets and Bill Evans"
1. Night and Day
2. But Beautiful
3. Funkallero
4. My Heart Stood
5. Melinda
6. Grandfather's Waltz
7. Carpetbagger's Theme
8. Wnew (Theme Song) (Previously Unreleased)
9. My Heart Stood Still (Alternate Take-Previously Unreleased)
10. Grandfather's Waltz (Alternate Take-Previously Unreleased)
11. Night and Day (Alternate Take-Previously Unreleased)
El disco se llama Evans y Getsz ¿Me entendés? El disco se trata de eso. Ese es el tema central del disco, estos dos monstruos. Una cuestión de egos. Un enfrentamientamiento, un contrapunto violento que se resuelve en una obra colaborativa. Es decir que los sentimientos antagónicos que puede crear "el otro" (y acá casi más en términos lacanianos que del otro en términos deícticos, pronominales) se transforman, más que un agravio, una forma de embellezar las frases del otro.
En el aspecto de los protagonistas la cuestión es muy dicotómica. Getz y Evans. Y acá mismo hay una anégdota. ¿el nombre de quien iba primero en el título? Y esta no es una decisión menor. A pesar de que aquí, de alguna manera se presentan como iguales, existen algunas tensiones en ese centro, ese equilibrio, que no existe.
Stan Getz va primero. Por allá en 1964 tanto Getz como Evans eran músicos en pleno ascenso que ya tenían establecidas sus bandas siendo ellos "front-mans" destacados.
Pero había algo de "apealling" en Stan Getz -que no tiene nada que ver con su música- que lo hace más una estrella. Ojo, destaquemos esto, "estrella" no músico. Tampoco digo que Stan Getz no sea un excelente músico, pero lo acompañan un excelente porte, una apariencia atractiva, algo de carisma, y excelentes desiciones de carrera dándole un tínte romántico a sus obras, haciéndose un músico muy popular tanto entre el el público masculino como el femenino.
De alguna manera eso es lo que está en juego en este disco. Si el orden de los nombres es correcto, si Stan Getz está a la altura de los grandes o si solamente es un artista seductor con algo de talento.
Ante todo reconozcamos el enorme talento y capacidad interpretativa de Bill Evans. Pero al mismo tiempo su popularidad frente al gran público es en cierta forma inversamente proporcional a su talento.
Bill Evans es el que toca descomunalmente, pero Stan Getz es de quien gustan las chicas. Pero Bill Evans no suele hace cosas para conformar a un público poco demandante -o por lo menos no cuando no está en la ruina y un hábito difícil de controlar. Pero en 1964 Bill Evans estaba más fresco que nunca y preparado para demostrar de que era capaz cuando se trataba del piano.
Stan Getz sin duda demostrar que no solo aportaba "carisma" al disco, sino que lleva anuevos extremos su ejecución del saxo. Logra solos de absoluta belleza y por sobre todo consigue establecer una conexión y química con el pianista que hace que la música fluya de una manera formidable.
El cemento en esta obra lo aporta nada más ni nada menos que Elvin Jones, quien aporta un Beat poco convencional, un poco afro-cubano, pero que no deja en definitiva borrar la marca del rítmo de jazz. El trabajo de Elvin Jones eleva por sobre lo posible el duelo de estos dos maestros del jazz.
En alguna de estas canciones también contribuye un muy joven Ron Carter.
Menciono todas estas anécdotas interpersonales porque creo que esto tiene un peso sobre la música. En la música se escucha este desafío, esta competencia, esta necesidad de demostrar algo.
Estos dos músicos entran en un juego de candados, un baile complejo, que a los ojos de quienes contemplan esta danza, observarán un Waltz (Vals) hermoso como poco protocolar.
Cautro grandes nombres. Dos figuras sobresalientes. Interpretaciones muy frescas de grandes clásicos del Jazz.
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