Chet baker quartet "Jazz in Paris: Plays Standards"



Chet baker quartet "Plays Standards"

1. Summertime
2. You Go To My Head
3. Tenderly
4. Lover Man
5. There's A Small Hotel
6. Autumn In New York
7. These Foolish Things
8. I'll Remember April

La respiración. Lenta. La textura del aire penetrando por nuestras nástreas, brindará la atmósfera que acompañará las escobillas que batirán con mucha delicadeza el parche de su tambor.
La figura que intento rescatar aquí es la de la sofisticación, sutileza, delicadeza, cuidado. Uno caso si vería a forzado a decir que la música aquí está tocada de la forma en que se le debería hacer el amor a una mujer. En este disco hay mucho amor, pero por sobre todo hay romance. Sin duda un disco muy romántico que bienlogra expresar este romance en distintas claves, con distintos rítmos, siempre con mucho mood. Elevando la temperatura y el bit, pero siempre de manera muy caballerosa, sin necesidad -nunca- de adelantarse o dejarse llevar. La sutileza se ve aquí en las notas que no toca. De esa escalante progración que gana en altura y volumen y que de pronto se silencia en pleno éxtasis. Chet Baker no necesita estallar para estremecerte. Es apenas su roce, lo que acelera tu respiración.
Su virtud: la anticiapación. Su progresión lenta. Espaciada, en el encanto de lo que vendrá, intentamos escuchar esa melodía dentro de nuestra cabeza, pero cuando Chet suelta el soplido, el sonido, cortado, apenas audible sino para marcar esa, justamente esa, y no otra, sino esa nota, aquella que no esperabas al final de la estrofa.
Su virtud. La virtud de lo necesario. No escucharán nada más que lo necesario. No habrá notas de más, golpes de más, compases de más, solo lo necesario. Incluso aquí tampoco están los grandes éxitos, las super canciones, sino que simplemente son los Standads de Jazz. Los Standards. Los que toca todo el mundo, las que todos conocen; en otras palabras: Las canciones populares.
En este sentido me parece que Chet Baker no es un gran virtuoso en tanto gran inovador o eximio en tanto a su técnica, sino que su simpleza, mensura y centro (en el género)son lo que hacen que se destaque con tanta notoriedad.
Pero para poner las cosas en perspectiva habría que decir que Chet Baker era un músico de jazz que además de cantante y trompetista era blanco. En otras palabras Chet, de alguna manera, fue un músico que tuvo cosas que demosatrar, lo que logró de hecho muy bien.
Chet Baker se destacó tanto en su ejecución de la trompeta como en el canto.
En este disco -completamente instrumental- Chet Baker reinterpreta de manera impecable los standards, las canciones que todos beberíamos oir y conocer, o al menos en algún discurso.
Canciones clásicas del Jazz inmortalizadas por una muy delicada interpretación del cuarteto de Chet Baker.
Este cuarteto estaba conformado por Gérard Gustin en piano, Jimmy Bond en bajo y Bert Dahlander en batería.
Un disco que lo mantendrá enamorado de principio a fin.

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